Mensaje de Sabios




  1. El comienzo
Nuestra tarea es aprender, llegar a ser divinos a través del conocimiento. Sabemos tan pocas cosas... Gracias al conocimiento nos acercamos a Dios, y entonces podemos descansar. Después volvemos para enseñar y ayudar a los demás.

Catherine atribuía la fuente de esa sabiduría a los sabios, almas muy evolucionadas sin forma física que le contaron cosas sabias y maravillosas. Tras salir del estado hipnótico, Catherine recordaba muchos detalles delas vidas anteriores que acababa de experimentar, pero nunca se acordaba de nada relacionado con sus contactos con esos sabios, ya que los mensajes se transmitían a través de ella, pero surgían de su memoria.
Nadamos en un mar de conciencia new age, holística y espiritual. El new thought se está convirtiendo en algo dominante.
El amor es la energía más básica y dominante que existe. Es la esencia de nuestro ser y de nuestro universo. El amor es el componente fundamental de la naturaleza que conecta y une todas las cosas, a todas las personas.
El amor es más que un objetivo, más que un combustible, más que un ideal. El amor es nuestra naturaleza. Es nuestra esencia.
El amor todo lo cura.
Los físicos saben que todo es energía.
La energía del amor es, en potencia, más fuerte que cualquier bomba y más sutil que cualquier hierba.
Cuando comprendamos de verdad el concepto de que el amor es una energía que lo abarca todo y que su impulso curativo puede transformar con rapidez nuestro cuerpo, mentes y almas, superaremos nuestros dolores y nuestros males.

Unas palabras sobre este libro.
Cuanto más escriba más fácil le será recordar y procesar los detalles de sus experiencias.

  1. El ciclo de la vida
Mientras estamos aquí pasamos por muchas etapas. Nos deshacemos del cuerpo de bebé para adoptar el de un niño; descartamos el de niño para ser adultos, y el de adultos por el de ancianos ¿ Por qué no dar un paso más y descartar el cuerpo adulto para ir a un plano espiritual ¿ Eso es lo que hacemos. No dejamos de crecer: continuamos creciendo. Cuando llegamos al plano espiritual, continuamos creciendo también allí. Pasamos por diferentes etapas de desarrollo. Cuando llegamos, estamos consumidos. Es preciso pasar por una etapa de renovación, una etapa de aprendizaje y una etapa de decisión. Nosotros decidimos cuando queremos regresar, adónde y porqué motivos. Algunos prefieren no volver. Prefieren pasar a otra etapa de desarrollo. Y mantienen la forma espiritual... algunos por más tiempo que otros, antes de volver. Todo es crecimiento y aprendizaje... crecimiento continuo. Nuestro cuerpo es sólo un vehículo para que utilicemos mientras estamos aquí. Son nuestra alma y nuestro espíritu los que perduran por siempre.

Nuestras vidas no son el resultado de actos y acontecimientos. Las trayectorias vitales están previstas sabia y detenidamente para mejorar el aprendizaje y la evolución.
Elegimos a nuestros padres, que suelen ser almas con las que hemos interactuado en vidas anteriores. Aprendemos de niños, de adolescentes, y de adultos, y evolucionamos espiritualmente a medida que nuestros cuerpos cambian. Cuando el alma abandona el cuerpo en el momento de la muerte física, seguimos el aprendizaje el planos superiores, que en realidad son niveles superiores de conciencia. Repasamos la vida que acabamos de abandonar, aprendemos las lecciones y preparamos la próxima existencia. El aprendizaje no termina con la muerte del cuerpo.
Existen muchos niveles de conciencia que visitamos cuando el alma abandona el cuerpo físico.
El recuerdo de hechos reprimidos u olvidados, a menudo dolorosos, suele estar relacionado con la curación. Recordar esos hechos con sus emociones correspondientes, lo que se llama catarsis, es una piedra angular del psicoanálisis y de otras psicoterapias tradicionales.
Experimentamos cómo nos sentimos en otros cuerpos en tiempos antiguos, mientras vemos nuestras diversas muertes y renacimientos, y nos invade el descubrimiento certero e infalible de que somos almas eternas, no simples cuerpos individuales. No llegamos a morir nunca, simplemente cambiamos de nivel de conciencia. Al ser nuestros seres queridos también inmortales, nunca llegamos a separarnos de ellos. La constatación de nuestra auténtica naturaleza espiritual supone una potente fuerza de curación.
Pero sobre todo comprenderá lo que todos tenemos en común: estamos más allá de la vida y de la muerte, más allá del espacio y del tiempo. Todos somos inmortales y existimos por toda la eternidad.

  1. El regreso
Elegimos cuándo queremos pasar al estado físico y cuando queremos abandonarlo. Sabemos cuándo hemos conseguido aquello a por lo que nos enviaros aquí abajo... Cuando has tenido tiempo de descansar y revigorizar el alma, se te permite elegir cuándo regresar al estado físico.

No nacemos en nuestra familia por accidente ni por casualidad. Elegimos las circunstancias y preparamos un plan para nuestra vida antes incluso de ser concebidos. Nos ayudan en esa preparación los seres espirituales llenos de amor que después nos guían y protegen mientras estamos en el cuerpo físico y se va desarrollando el plan de nuestra vida. Podemos llamar destino a los hechos que van desarrollándose después de que los hayamos elegido.
Existen pruebas importantes de que vemos los principales acontecimientos de la vida que tenemos por delante, los puntos del destino, en la etapa de preparación que precede a nuestro nacimiento.
Ya está programado quienes serán las personas más importantes que conoceremos, cuáles los reencuentros con almas gemelas y compañeros del alma, incluso los lugares en que sucederán esos hechos.
En el curso del destino no existen casualidades.
Aunque todos los seres humanos tenemos un plan vital, también tenemos libre albedrío, lo mismo que nuestros padres. Nuestras vidas y las suyas quedarán afectadas por las elecciones que hagamos mientras estemos en estado físico, pero los puntos del destino sucederán de todos modos. Conoceremos a las personas que proyectamos conocer y nos enfrentaremos a los obstáculos que habíamos previsto mucho antes de nacer. Sin embargo, la forma de desenvolvernos ante esas situaciones, nuestras reacciones y decisiones subsiguientes son la expresión de nuestro libre albedrío. El destino y el libre albedrío coexisten e interactúan constantemente. Son cosas complementarias, no contradictorias.
El alma parece reservarse un cuerpo concreto, aproximadamente en el momento de la concepción. No puede ocuparlo otra alma. Sin embargo, la unión del cuerpo y el alma no se completa hasta el momento del nacimiento. Antes de eso, el alma de un ser nonato puede estar tanto dentro como fuera del cuerpo, y a menudo es conciente de experiencias que suceden al otro lado. También puede percatarse de hechos que ocurren fuera de su cuerpo e incluso el de su madre.
Cuando un embarazo no termina bien, no es infrecuente que la misma alma ocupe el cuerpo de un hijo posterior de los mismos padres.

Fascinantes recuerdos de la infancia

Existen siete planos por los que tenemos que pasar antes de regresar. Uno de ellos es el de la transición. En él se espera. En ese plano se decide lo vas a llevarte a la próxima vida.

Nacemos con un recuerdo considerable de nuestro verdadero hogar; el otro lado, esa hermosa dimensión que acabamos de abandonar para entrar una vez más en un cuerpo físico. Nacemos con una tremenda capacidad de recibir y dar amor. Cuando somos bebés no nos preocupamos por el pasado o el futuro. Sentimos y vivimos espontánea y completamente en el momento, que es como deberíamos experimentar esta dimensión física.
La arremetida contra la mente empieza cuando somos muy pequeños.
Nuestros padres, nuestros profesores, nuestra sociedad y nuestra cultura pueden enseñarnos falsedades peligrosas y a menudo lo hacen. Si se lo permitimos, los niños pueden enseñarnos la salida.
Hay una historia muy conocida de una madre que entra en la habitación de su hijo recién nacido y se encuentra con su otro hijo, un niño de cuatro años, asomado a la cuna. – Tienes que contarme cómo es el cielo y cómo es Dios – le implora el niño a su hermanito. Estoy empezando a olvidarme.
Tenemos mucho que aprender de nuestros hijos antes de que lleguen a olvidarse. En esta vida y en todas las que hemos vivido, también nosotros hemos sido niños. Hemos recordado y hemos olvidado. Y, para salvarnos y salvar a nuestro mundo, tenemos que recordar. Tenemos que superar con valor el lavado de cerebro que tanto dolor y tanta desesperación nos ha producido. Tenemos que reclamar nuestra capacidad de amar y de sentir alegría. Tenemos que volver a ser completamente humanos, como cuando éramos jóvenes.

El karma y las lecciones


El karma es una oportunidad de aprender, de poner en práctica el amor y el perdón. El karma es también una oportunidad de expiar, de hacer borrón y cuenta nueva, de compensar a aquellas personas a las que hayamos podido molestar o dañar en el pasado.
El karma está relacionado con el aprendizaje, no con el castigo.
Una vida dura no es un castigo, sino más bien una oportunidad. Cambiamos de raza, de religión, de sexo, y de ventajas económicas porque tenemos que aprender de todas partes. Lo experimentamos todo. El karma es la justicia definitiva. En nuestro aprendizaje no se pasa nada por alto ni se olvida nada.

La madre de Elisabeth sufrió una grave apoplejía que le paralizó la mayor parte del cuerpo.
Su madre murió cuatro años después, sin haber recobrado el funcionamiento de su cuerpo.
Elisabeth estaba furiosa con Dios.
Un día, poco después de la muerte de su madre, Elisabeth se sintió sacudida por una fuerte voz interior, una especie de mensaje que le llegó mientras meditaba.
- ¿ Por qué estás tan enfadada conmigo ¿ - Preguntó la voz.
- Elisabeth replicó mentalmente: Por lo mucho que hiciste sufrir a mi madre.
Eso fue un regalo para tu madre – respondió la voz con delicadeza - , un regalo de gracia divina. El amor tiene que estar equilibrado. Si nadie recibiera amor,
¿ Quién podría darlo ¿
Tu madre lo aprendió en sólo cuatro años, en lugar de volver para vivir una o varias vidas gravemente retrasada o con una discapacidad física en las que habría estado obligada a aceptar el amor de los demás. Ya lo ha aprendido, y ahora puede seguir avanzando.
Al oír eso y comprender el mensaje, Elisabeth se liberó de su rabia.

  1. La creación de relaciones de amor
Son diferentes niveles de aprendizaje; algunos tienen que aprenderse en la carne. Tenemos que sentir el dolor. Cuando se es espíritu no se experimenta dolor. Es un período de renovación. El alma se renueva. Cuando se está en la carne se puede sentir el dolor, se sufre. En forma espiritual no se siente. Sólo hay felicidad, una sensación de bienestar. Pero es un período de renovación para... nosotros. La interacción entre las personas, en forma espiritual, es diferente. Cuando se está es el estado físico... pueden experimentar las relaciones.

Tras nacer en estado físico, nuestra principal fuente de aprendizaje es la relación con los demás. A través de la alegría y el dolor de las relaciones con otras personas, progresamos en nuestra senda espiritual para aprender sobre el amor desde todas partes. Las relaciones son un laboratorio viviente.
Estamos aquí en estado físico para aprender y crecer.
Una vida con relaciones difíciles, repleta de obstáculos y pérdidas, presenta muchas más oportunidades de crecimiento del alma.
Una persona puede haber elegido la vida más difícil para poder acelerar su proceso espiritual.
Además del dolor y de las dificultades, también hay amor, alegría y éxtasis en este mundo.
Las relaciones son el terreno en el que germina nuestro crecimiento mientras estamos en un cuerpo físico.

Aumentar la conciencia del yo y del otro.
Lo que se me revela es lo que es importante para mí, lo que me incumbe. Toda persona debe preocuparse de sí misma, de convertirse en un todo. Tenemos lecciones que aprender... todos nosotros. Hay que aprenderlas una a una, por orden. Sólo así podremos saber qué necesita la persona que tenemos cerca, qué le falta o qué nos falta a nosotros para ser un todo.

Comprenda la naturaleza del yo, del yo verdadero, que es inmortal.
La felicidad nace en el interior de las personas. No depende de cosas externas o de otra gente. Cuando nuestra sensación de seguridad y felicidad depende del comportamiento y los actos de los demás, nos volvemos vulnerables y podemos sufrir con facilidad. Nunca le dé su poder a nadie.
Intente no tener demasiado apego a las cosas. En el mundo tridimensional aprendemos gracias a las relaciones, no a las cosas. Todos sabemos que no podemos llevárnoslas con nosotros cuando nos vayamos.
Cuando morimos y nuestras almas progresan hasta dimensiones superiores, nos llevamos nuestros comportamientos, nuestras acciones, nuestros pensamientos y nuestro conocimiento.
A medida que nos vamos haciendo concientes de nuestra naturaleza espiritual, reconocemos nuestra auténtica esencia. Somos inmortales y divinos. Aceptar el amor, la comprensión, la caridad, la esperanza, la fe y la cooperación pasa a ser lo más natural.
Tenemos que aprender de todas partes. Ricos y pobres. Fuertes y débiles. Budistas, cristianos, judíos, hindúes, musulmanes y de otras religiones. Distintas razas. Y, por descontado, hombres y mujeres.
Y así, al final, todos podemos aprender a superar cualquier tendencia biológica negativa para manifestar plenamente nuestra naturaleza espiritual.
El estrés es decir que no con la mente y que sí con la boca.
Una de las lecciones más importantes de la vida es aprender a ser independiente, a comprender la libertad. Eso significa tener independencia de los compromisos, de los resultados, de las opiniones y de las expectativas.
El amor no es nunca una dependencia.
El amor es un estado absoluto, incondicional y eterno que no exige nada a cambio.
Vea a la otra persona con claridad y no la ponga en un pedestal.

La creación de relaciones afectivas.
Cuando mire a los ojos a otra persona, a quien sea, y vea su propia alma reflejada, se dará cuenta de que ha alcanzado otro nivel de conciencia.

La relaciones requieren cuidados y atenciones.
Dedique tiempo y energía a la otra persona. Dedique toda su atención y toda su conciencia a la relación y a sus problemas. La relación es más importante que ese televisor, que esa revista, que ese periódico. Elimine las distracciones. Apague el televisor; suelte el periódico. Respete a la otra persona.
Renueve la relación a través de actos de amor. La relación está viva, vive en el presente. No es algo del pasado.

El peor pecado es quitarle a alguien el NESHUMAH ( yiddish: es pecado arrebatarle la alegría a alguien ). La paladra yiddish neshumah significa ALMA. El peor pecado es quitarle el alma a alguien.
Deje de lado el ego y el orgullo, porque no son más que obstáculos. Escuche con atención, con distancia y perspectiva. Convierta el espacio que compartan en un santuario para que el otro pueda hablar sintiéndose seguro.
No hable hasta tener algo que decir, en especial algo positivo. No hable reflexivamente. Siempre es mejor estar callado, escuchar, comprender.
No actúe ni hable nunca movido por rabia. Las palabras tienen un efecto y poder duraderos, no se olvidan con facilidad.

Aferrarse a la rabia sólo sirve para envenenar las relaciones. Siga amando, aunque el otro esté furioso, aunque se sienta herido, aunque tenga miedo. El amor es algo constante, la rabia pasa.
Ese proceso abreviado de pelea/ rabia/ resolución siempre ha funcionado. Todos podemos aprender a condensar nuestros períodos de rabia en un reconocimiento temprano y una solución rápida.

Olvídese del pasado. Ya no volverá. Aprenda de él y déjelo en paz. La gente cambia y madura constantemente.
Empiece ahora mismo a demostrarle al otro su cariño. Todos estamos conectados unos con otros.

Estamos esperando – me contestó. Ahora sólo tenemos que esperar para decidir cuando vamos a reencarnarnos, cuando vamos a volver. Me explicó que los sabios sólo aconsejaban si se les pedía; en caso contrario, no imponían su opinión.

Nuestras almas existen en una corriente de amor energético. Nunca nos separamos realmente de nuestros seres queridos, aunque nos sintamos alejados y faltos de amor. Los reencuentros pueden ser repentinos y espectaculares.

- La luz y la música son tan hermosas que no hay palabras para explicarlas. Vienen a recibirme. Vuelvo a casa.
Sintió una punzada de tristeza al dejar a sus hijos y a sus nietos, pero la alegría y el placer que encontraba en la luz y la música eran abrumadores.
- No comprenden que no me he muerto, aunque haya abandonado mi cuerpo. Sigo siendo conciente. La palabra muerte se utiliza mal. No me he muerto de verdad, pero eso no lo saben.
Simplemente ampliamos nuestro nivel de conciencia, como si atravesáramos un umbral para pasar a un entorno más luminoso, más vívido, un entorno animado por la luz y la música del amor.

Una muerte por asfixia suele manifestarse como síntomas de asma en otra existencia.

  1. La eliminación de obstáculos para la felicidad y la alegría
Usted sabe mucho más que los demás. Comprende muchas más cosas. Sea paciente con ellos. No tienen los conocimientos que Ud. posee. Enviaremos espíritus para que lo ayuden, pero lo que está haciendo ya es correcto... Siga así. No hay que desperdiciar esta energía. Tiene que deshacerse del miedo. Esa será su mejor arma.

Nuestra naturaleza básica subyacente se basa en el amor, la paz, el equilibrio y la armonía. Nuestra esencia innata es compasiva, cariñosa, buena. Somos almas.
En el transcurso de nuestras vidas va acumulándose un revestimiento de miedo, rabia, envidia, tristeza, inseguridad y muchos otros sentimientos negativos que tapa nuestra hermosa naturaleza interior.
Cuando retiramos las capas exteriores de residuos e inmundicia, las ideas y las emociones negativas, cuando limpiamos y pulimos el revestimiento exterior, podemos vislumbrar de nuevo los auténticos diamantes que en realidad somos.
El amor puede curar; el estrés puede matar.

Deshacerse de la rabia.
Clasificamos a los demás de acuerdo con nuestra fantasía, con normas que elegimos y les aplicamos.
La rabia es una defensa del ego, una defensa contra el miedo a ser humillados o a pasar vergüenza, el miedo a que no nos tengan en consideración, a que se rían de nosotros, el miedo a quedar desprestigiados, incluso el miedo a la pérdida. El miedo de no conseguir lo que queremos.
La rabia es una emoción perjudicial, nociva e inútil. Se disuelve a base de comprensión y amor.
Cuando nos enfadamos, la respuesta saludable es descubrir qué ha provocado la rabia.
Tras la rabia suele haber tristeza.

Deshacerse del miedo y abrir la mente.
Igual que se relaciona con los demás, se relaciona con usted mismo. Ha vivido en muchos cuerpos y en muchas épocas. Pregúntele a su yo actual por qué tiene tanto miedo. ¿ Por qué le da miedo asumir riesgos razonables ¿ Le da miedo su reputación, lo que piensan los demás ¿ Esos miedos están condicionados desde la infancia e incluso desde antes.
Hágase las siguientes preguntas. ¿ Qué puedo perder ¿ ¿ Qué es lo peor que me puede suceder ¿ ¿ Me resigno a vivir así el resto de mi vida ¿ Ante la perspectiva de la muerte, es esto tan arriesgado?
Nos da miedo que nos hagan daño, que nos rechacen, que nos hagan el vacío.
Por desgracia, los muros que levantamos nos hacen más daño que cualquier persona.

La experiencia va más allá de las creencias. Enséñeles a experimentar. Elimine sus miedos. Enséñeles a quererse y a ayudarse mutuamente.

Hay que confiar en que todo acabará saliendo bien si hacemos lo que nos dicta el corazón. Y también he aprendido lo importante que es la amistad.
Hay que ir adonde el corazón nos lleve y no tener miedo. El miedo nos impide comprender y seguir nuestro destino. Aunque a veces parece que las cosas no salen bien en un nivel manifiesto, físico, en el espiritual siempre salen bien y en el físico también, tarde o temprano: si no es en esta vida será en la siguiente.

Las mentes cerradas rechazan cualquier novedad. El miedo es la fuerza que mantiene cerradas las mentes. Sólo las mentes abiertas pueden recibir y procesar nuevos conocimientos.

Tiene que erradicar los miedos de sus mentes. La presencia del miedo es un derroche de energía. Les reprime y les impide hacer lo que se les encargó cuando fueron enviados aquí... Los problemas sólo existen en la superficie. Tienen que dirigirse al fondo de sus almas, donde se crean las ideas.

La arrogancia no es más que otra cara del miedo. Sin miedo no habría necesidad de arrogancia.

Desprenderse de la inseguridad

Recuerde – dijo la voz -. Recuerde que siempre es querido. Siempre está protegido y nunca se encuentra sólo... También es un ser de luz, de sabiduría, de amor... Nunca le olvidarán. Nunca le pasarán por alto ni dejarán de hacerle caso. Usted no es su cuerpo; no es su cerebro, ni siquiera su mente. Es un espíritu. Lo único que tiene que hacer es despertar al recuerdo, recordar. El espíritu no tiene límites, ni el del cuerpo físico ni el del alcance del intelecto o de la mente.

Uno de nuestros grandes fallos es esa extraordinaria preocupación por los resultados. Le damos muchas vueltas a cómo van a salir las cosas, y eso crea una ansiedad, un miedo y una infelicidad innecesarios.
En lugar de preocuparse confíe en que todo va a salir bien.

Usted anhela la ilusión de seguridad, en lugar de la seguridad de la sabiduría y del amor.

La seguridad deriva de la paz interior y del conocimiento de nuestra esencia auténtica, que es espiritual. En realidad nada puede hacernos daño, porque somos inmortales y eternos, porque somos seres espirituales, no cuerpos físicos, porque siempre hay quien nos ama y nos protege, porque no estamos nunca solos, porque Dios y todo un ejército de seres amorosos nos protegen siempre, porque todos tenemos la misma esencia. Así pues, no hay por qué tener miedo. Esta verdad es el secreto de nuestra seguridad y de nuestra alegría.

La seguridad del hogar espiritual.
Si bien es cierto que la sangre es más espesa que el océano, el espíritu es más espeso que la sangre. Siempre podemos depender de la familia espiritual para que nos ayude.

  1. El poder curativo de la comprensión
Todo es amor... Todo es amor. El amor lleva a la comprensión. La comprensión lleva a la paciencia. Y entonces se detiene el tiempo. Y todo pasa aquí y ahora.

Los miedos suelen referirse a hechos que ya han sucedido, en esta misma vida o en otras muy anteriores. Como nos hemos olvidado, proyectamos esos miedos en el futuro pero, en realidad, lo que tememos ya ha terminado. Lo único que tenemos que hacer es recordar, despertar el pasado.

La comprensión es lo que cura, y a través de ella se renueva eternamente el amor y se manifiesta.

Antes de nacer ayudamos a organizar y preparar esas oportunidades de aprendizaje de nuestras vidas, los puntos de destino que nos ayudarán a comprender, a darnos el amor y a renunciar al miedo. En la concepción de nuestros planes de aprendizaje nos ayudan energías divinas, espirituales.

Como médicos y científicos, nos gustaría saber qué recuerdos son reales y cómo diferenciarlos de las fantasías.
A veces esa diferencia es sencilla. La persona que demuestra xenoglosia, es decir, que habla un idioma que es ajeno, que no ha aprendido nunca, ha entrado positivamente en contacto con una vida anterior auténtica.
Otra pista puede ser que una persona demuestre un conocimiento detallado de un período histórico concreto que no haya estudiado nunca. Si se da un síntoma extraño y anacrónico, como un miedo actual a la guillotina, con una subsiguiente regresión a una vida a finales del siglo XVIII, podría ser otra clara indicación.
El panorama de la vida anterior refleja temas y problemas presentes en la actual. Esos problemas o síntomas, que pueden ser físicos además de psicológicos, acostumbran mejorar o resolverse tras el recuerdo.

Recordar: la clave de la felicidad en esta vida.
Estar en el estado físico es algo anormal. Cuando se está en el plano espiritual, eso nos resulta natural. Cuando se nos envía de regreso es como ser enviados otra vez a algo que no conocemos. Nos llevará más tiempo. En el mundo espiritual es preciso esperar; luego somos renovados. Hay un estado de renovación. Es una dimensión, como las otras.
Todos somos espíritus... Algunos están en estado físico y otros, en un período de renovación. Y otros son guardianes. Pero todos pasamos por eso. También hemos sido guardianes.

Recordar que somos almas, que somos inmortales y que existimos siempre en un vasto mar de energía es la clave para llegar a la alegría y a la felicidad. En ese mar energético, toda una serie de espíritus que están para ayudarnos nos conduce por el sendero de nuestro destino, nuestro viaje evolutivo hacia la conciencia de Dios. No competimos con ninguna otra alma: nosotros tenemos nuestro sendero y ellos el suyo.
Las almas que han progresado o evolucionado más tienden una mano con amor y compasión a las que se han quedado atrás.
Un problema concreto en esta escuela que llamamos Tierra es que aquí es muy difícil recordar que somos almas y no simples cuerpos físicos. Constantemente nos distraen la ilusiones y las desilusiones de este planeta tridimensional.
Tenemos almas gemelas y familias espirituales que son eternas.
Cuando despertamos a la idea de que todos somos seres espirituales, cambian nuestros valores y por fin podemos ser felices y estar en paz.

Es bien sabido que la felicidad surge de dentro. La felicidad es un estado interno.
Este mundo se te entrega como un jardín de gran hermosura. Si no gozas de sus frutos reduces su belleza.

La toma de conciencia.
Antes de llegar a este punto es conveniente que reconsidere sus vicios. En caso contrario, se los llevará consigo a otra vida. Sólo nosotros podemos deshacernos de los malos hábitos que acumulamos cuando estamos en un estado físico. Los Sabios no pueden hacerlo por nosotros. Si elige luchar y no quitárselos de encima, se los llevará a otra vida. Y sólo cuando decida que es lo bastante fuerte como para solucionar los problemas externos dejará de tenerlos en su próxima vida.
Viva en el presente, no en el pasado ni en el futuro. El pasado, pasado está; aprenda de él y olvídelo. El futuro no ha llegado aún. Prográmelo, pero no deje que le preocupe. Las preocupaciones sólo sirven para derrochar tiempo y energía.

Cuando no vive el presente. Cuando está absorto en el pasado o preocupado por el futuro, se ocasiona mucho dolor y sufrimiento.

  1. El amor y la compasión
El amor es la respuesta a todo. El amor no es una abstracción, sino una energía de verdad, o un espectro de energías, que puede crear y mantener en su ser. Sólo con expresarlo. Empiece a entrar en contacto con Dios en su interior. Sienta el amor. Exprese su amor.
El amor disuelve el miedo. Cuando se siente amor no puede temerse nada. Como todo es energía, y el amor abarca todas las energías, todo es amor.

El miedo nos impide conocer nuestra esencia real verdadera.
El amor es una energía, la más alta y la más pura.
Una característica de la energía es su patrón de vibraciones. Las moléculas de gas vibran más deprisa que la de los líquidos, que a su vez vibran más rápido que la de los sólidos. Las moléculas pueden ser idénticas, como es el caso del H2O ( el agua ), pero la frecuencia de su vibración determina el estado, es decir, si se trata de un sólido, un líquido o un gas.
No es exagerado imaginarse que existe una única energía pura, la que llamamos amor. Al ir disminuyendo sus vibraciones, su estado cambia. Nosotros somos su forma sólida.

La vida en un mundo físico requiere actos físicos: tenderles la mano a los demás para aliviar su sufrimiento y ayudarles en su camino; practicar la empatía y la comprensión; ayudar a curar el planeta, a sus habitantes y sus estructuras; enseñar además a aprender.
Si se dedica a ese proceso, alcanzará la paz interior.

No espere nada a cambio.
Seguimos pidiendo recompensas, recompensas y justificaciones por nuestra conducta, cuando no las hay, no existen las recompensas que queremos. La recompensa consiste en hacer las cosas, pero en hacerlas sin esperar nada, en hacerlas desinteresadamente.

La compasión.
Einstein: Un ser humano es parte del todo que llamamos universo, una parte limitada en el tiempo y en el espacio.

Para eso estamos aquí, en esta Tierra, para aprender y para ayudar a nuestros semejantes con amor y con compasión, sin preocuparnos por lo que podamos conseguir a cambio.

  1. Cambiar el mundo
La coexistencia y la armonía... Todo tiene que equilibrarse. La naturaleza está equilibrada. Las bestias viven en armonía. Los seres humanos no han aprendido a hacerlo. Siguen destruyéndose. No hay armonía, no hay proyectos. En la naturaleza todo es muy diferente. La naturaleza está equilibrada. La naturaleza es energía y vida... Y restitución. En cambio los seres humanos sólo destruyen. Destruyen la naturaleza. Destruyen a los demás. Y acabarán por destruirse a sí mismos.

Hay muchísima gente que parece interesada sólo en su beneficio personal.
Hay que acercarse a los desconocidos con esos actos de benevolencia. La amabilidad y el cariño no pueden reservarse a nuestra familia y a nuestros amigos.
Si pudiéramos conseguir que todo el mundo hiciera aunque sólo fuera unas pocas buenas acciones cada día, podríamos cambiar el mundo. Como mínimo sería un buen principio.
Una de nuestras tareas más importantes es enseñar a nuestros hijos los valores y las conductas correctas desde que nacen, porque también los bebés nos observan detenidamente y comprenden mucho más de lo que creemos.

Rechazar la violencia y el odio.
No tenemos derecho a interrumpir la vida de los demás antes de que hayan completado su karma. No tenemos derecho. Sufrirán un castigo mayor si les dejamos vivir. Morirán y pasarán a la siguiente dimensión, y allí sufrirán. Se quedarán en un estado de mucha agitación. No tendrán paz. Y volverán a encarnarse, pero sus vidas serán muy duras. Y tendrán que compensar a quienes hayan hecho sufrir por las injusticias que les hayan provocado. Sólo Dios puede castigarles, no nosotros. Ya recibirán su castigo.

La violencia no es únicamente provocar daños físicos a los demás. Algunas formas de violencia pueden ser más devastadoras que las físicas.
Recuerde que cuando separamos a los demás por ser diferentes nadamos a contracorriente por el río del amor. Todos estamos conectados, todos somos iguales, todos somos lo mismo, eso es lo que nos dice el amor.
No tenemos que creer en la reencarnación para que funcione la terapia basada en las vidas anteriores. Si quiere, puede creerse que todo es una metáfora.

  1. Encontrar la luz
Por ahora, sólo siento la paz, Es un momento de consuelo. Hay que consolar al grupo. El alma... El alma encuentra aquí la paz. Dejas atrás todos los dolores corporales. El alma está tranquila y serena. Es una sensación maravillosa... Maravillosa, como si siempre te alumbrara el sol. La luz es tan brillante. Todo proviene de la luz. De esta luz surge la energía. Nuestra alma se va hacia ella inmediatamente. Es como una fuerza magnética hacia la que nos sentimos atraídos. Es maravilloso. Es como una fuente de energía. Sabe cómo curar.

La fuente de luz infunde paz y reconforta.
La luz y el amor no terminan nunca. Están entrelazados íntima y eternamente.

En las experiencias cercanas a la muerte, la persona regresa a su cuerpo físico, mientras que en las post mortem el alma sigue avanzando, sigue aprendiendo en el otro lado, el el cielo, hasta que regresa a donde estamos nosotros en el cuerpo de un bebé, se encarna otra vez en un estado físico, si es necesario o si así lo decide.

Al recordar tan directa y profundamente nuestra divinidad, nuestra inmortalidad, desaparecen muchos miedos.
La muerte no es lo que creemos normalmente. La muerte es deshacerse del cuerpo físico mientras el alma inmortal avanza y pasa al otro lado. En ese sentido no hay muerte, sólo vida y amor. La luz es una manifestación más de ese amor universal, eterno, que todo lo abarca.

Siempre estamos desarrollándonos y aprendiendo.
Cuando ya no nos hace falta reencarnarnos, cuando hemos aprendido todas nuestras lecciones y pagado nuestras deudas, se nos da a elegir. Podemos regresar de forma voluntaria para ayudar a la humanidad con un servicio de amor, o quedarnos en el otro lado y ayudar desde ese estado. En ambos casos seguimos progresando por las dimensiones divinas.

Otras dimensiones.
- Los seres humanos siempre creen que son los únicos. No es cierto. Existen muchos mundos y muchas dimensiones... Muchas, muchas más almas.
- En esta dimensión hay muchas almas. No soy la única. Tenemos que tener paciencia. Eso es algo que tampoco llegué a aprender nunca... Hay muchas dimensiones.
Le pregunté si había estado aquí antes, si se había reencarnado muchas veces.
- He estado en distintos planos en diversas épocas. Cada uno de ellos es un nivel de conciencia superior. El plano al que vamos depende de lo mucho o lo poco que hayamos progresado.

En este planeta hay mucha más gente que nunca, pero hay muchas más almas que personas. Este no es el único mundo. Las almas existen en muchas dimensiones.
Cuando hablo de otras dimensiones me refiero a otros estado energéticos e incluso a distintos niveles de conciencia, no necesariamente a otros sistemas planetarios o a otras galaxias. El cielo puede considerarse otra dimensión, ya que tiene relación sin duda alguna con la transformación de energía más allá de la conciencia tridimensional.
Creo que la energía del amor tiene propiedades físicas y extrafísicas y puede existir en todas las diversas dimensiones. El amor es la sustancia que conecta todas las dimensiones y los distintos planos que no son el físico.
En el cielo hay muchos niveles. A medida que nos iluminamos cada vez más, vamos progresando peldaño a peldaño por esos niveles.
En cierto modo, todos somos extraterrestres. Ninguno de nosotros ha empezado en este planeta. La Tierra es más bien una especie de colegio. No es el nivel más bajo, pero tampoco el último.
La Tierra, el mundo tridimensional, no es nuestro verdadero hogar. Somos seres espirituales y nuestro verdadero hogar es espiritual, un lugar eterno al que muchos llaman cielo.

  1. Las personas que curan
Tenemos que compartir con los demás lo que sabemos... Todos poseemos muchas más aptitudes de las que utilizamos.
Las relaciones nos sirven para desarrollarnos. Hay seres con más poderes que han regresado con más conocimientos. Van a buscar a los que necesitan el desarrollo ya a ayudarles.

En este colegio de una sola aula que llamamos Tierra no todos aprendemos las lecciones al mismo tiempo. Por ejemplo, puede que ya hayamos superado la asignatura de compasión y caridad, pero que estemos en primero de paciencia y perdón. Podemos ser alumnos de postgrado en fe y esperanza, pero párvulos en no violencia.
Así pues, todos somos maestros y alumnos, y ese conocimiento tenemos que compartirlo unos con otros.

El psicoanálisis no llega hasta las preguntas y los temas que de verdad importan.
La psiquiatría biológica tampoco llega hasta lo importante. Los nuevos medicamentos para el tratamiento de la depresión, de los cambios de humor y de los estados psicóticos son un medio para lograr un fin, pero no el fin en sí.
La mayoría de los cientos de libros de autoayuda que hay publicados comporta problemas.
Para ser feliz de verdad hay que comprender la vida y la muerte y tener una naturaleza afectuosa, indulgente, espiritual. La introspección, la meditación, la práctica del amor, la bondad y la caridad son algunos de los pasos que hay que dar en ese camino. Perdonarse a uno mismo y perdonar a los demás, practicar la no violencia y hacer buenas acciones, trabajar para eliminar la rabia, el miedo, la codicia, el egocentrismo y el falso orgullo son otros.
Los resultados de la terapia de regresión son duraderos y cambian la vida del paciente. El crecimiento espiritual, la sabiduría y la paz interior suelen acompañar a la mejoría clínica.
Creo que hay dos motivos principales por los que quienes mandan en la medicina y en la psicoterapéutica son reacios a evaluar. Primer motivo es el miedo. El segundo es económico.
Hay que establecer una armonía entre las técnicas tradicionales y holísticas para formular un programa personalizado que se base en los síntomas y las necesidades de cada paciente.

  1. Los profesores
También debemos aprender a no acercarnos sólo a aquellos cuyas vibraciones coinciden con las nuestras. Es normal sentirse atraído por alguien que está en nuestro mismo nivel. Pero está mal. También es preciso acercarse a aquellos cuyas vibraciones no armonizan... con las de uno. Esa es la importancia... de ayudar... a esas gentes.
Nuestro camino va hacia el interior. Es el más difícil, el más doloroso. Tenemos la responsabilidad de nuestro propio aprendizaje.

Entre nosotros hay profesores sabios que nos enseñan por donde tenemos que ir, que allanan nuestro camino espiritual. Por desgracia, también hay muchos falsos profesores.

Con el tiempo le quedará todo claro, pero tiene que tener oportunidad de digerir el conocimiento que ya le hemos dado.

Sea más espiritual. Dedique más tiempo a rezar, a dar, a ayudar a los demás, a amar. Hágase voluntario y exprese generosidad y amor. Despréndase del orgullo, del ego, del egoísmo, de la rabia, de la culpa, de la vanidad y de la ambición. Pase menos tiempo acumulando cosas, preocupándose, estancado en el pasado o en el futuro, haciendo daño a los demás o demostrando cualquier tipo de violencia.
Usted es inmortal. Está aquí para aprender, para saber más, para ser divino. Lo que aprenda aquí seguirá con usted cuando muera. No podrá llevarse nada más. Es así de sencillo. El reino de los cielos está en nuestro interior. Deje de buscar gurús. En vez de eso, búsquese a sí mismo. No tardará en encontrar su verdadero hogar.

  1. Los videntes y los médiums
El aprendizaje es mucho más veloz en el estado espiritual, sobradamente más rápido que en el estado físico. Pero elegimos lo que necesitamos aprender. Si necesitamos regresar para elaborar una relación, regresamos. Si hemos terminado con eso proseguimos. En la forma espiritual uno siempre puede ponerse en contacto con quienes están en la carne, si así lo desea. Pero sólo si hay allí algo de importancia... si debe decirles algo que necesitan saber.
A veces uno puede presentarse ante esa persona... con el mismo aspecto con el que estaba aquí. Otras veces se hace sólo un contacto mental. A veces los mensajes son crípticos, pero con mayor frecuencia la persona sabe a qué se refieren. Comprende. Es un contacto de mente a mente .

Al parecer no estamos solos en el universo. Más allá de nuestra dimensión física, el mundo oculto parece que se encuentra habitado por toda una serie de espíritus de distintos desarrollos y capacidades. Algunos han vivido vidas físicas en la Tierra. Otros ya han terminado y no tienen que regresar. Otro grupo que no se ha encarnado en nuestro mundo físico y nos ayuda desde otro lado.

Da igual que les llamemos espíritus, ángeles o guías.

Cuando morimos y abandonamos el cuerpo físico, pasamos al nivel de conciencia en el que nos sentimos más cómodos.
Los espíritus, lo mismo que la gente, tienen muchos niveles.

Alguien dijo alguna vez que lo que llamamos coincidencias, en realidad son las huellas dactilares de Dios.
No se trata de seres humanos que tienen una experiencia espiritual, sino de seres espirituales que tienen una experiencia humana.

Lo verá cuando lo crea.

  1. Mensajes extraordinarios
En este planeta se permite que algunas almas se manifiesten a las personas que siguen estando en forma física. Se les autoriza a regresar... En este plano se acepta la intercomunicación. Aquí es donde se deja utilizar los poderes psíquicos para comunicarse con personas que están en forma física. Hay muchas formas de hacerlo. Algunos reciben el poder de la vista y pueden mostrarse a personas físicas. Otros tienen el poder del movimiento y son capaces de mover objetos telepáticamente. Muchas personas eligen venir porque se les permite ver a seres muy queridos que todavía están en forma física.

No morimos cuando muere nuestro cuerpo físico. Una parte de nosotros sigue existiendo. Espíritu, alma, conciencia. Es como atravesar un umbral para entrar en otra habitación mayor, con más luz, maravillosa.
Por eso no tenemos que temer. Siempre nos rodea el amor. Nuestros seres queridos no nos abandonan nunca. Todos somos almas hermosas e inmortales. Estamos en un cuerpo durante un tiempo, pero nuestra esencia no es ese cuerpo.

Una observación muy profunda sobre la importancia de escuchar.
Para escuchar hay que saber hacerlo, y para hacerlo hay que dedicar tiempo y aprender cómo se hace.
Se practica el silencio, el viaje interior, si se da tiempo para escuchar y crear el espacio para escuchar, será capaz de oir. Será capaz de ver los signos y de recibir los mensajes. Al mismo tiempo, desarrollará el arte de la paciencia.

  1. Salir de nosotros mismos
La meditación y la visualización le ayudarán a dejar de pensar tanto y a viajar al pasado. Se producirá una curación. Empezará a utilizar la mente que no usa. Verá. Comprenderá. Y será más sabio. Entonces habrá paz.

Cuando nos olvidamos del mensaje de nuestro corazón y caemos en la rutina y en los baches de la vida, nos sentimos insatisfechos y desdichados. Nos deprimimos y nos ponemos nerviosos.
El remedio es sencillo. Dedique tiempo a recordar su divinidad, su naturaleza espiritual. La meditación es una forma de despertar la memoria.
La meditación es el arte o la técnica de poner la mente en blanco para acallar la cháchara perpetua que normalmente llena nuestra conciencia. En la tranquilidad de la mente silenciosa, la persona que medita empieza a ser observadora.
Cuando aprendemos a vaciar la mente vemos cosas preciosas.

Meditación sencilla a la que sólo hay que dedicarle dos minutos: durante el primer minuto cierren los ojos, respiren hondo varias veces y relájense. Los cuarenta y cinco segundos siguientes tienen que vaciar la mente del todo, intentar no pensar. Nuestra mente aborrece el vacío, por lo que la llenamos de pensamientos vulgares, como me duele la espalda, oigo a esa persona toser, o no debería haberme comido eso para desayunar.
Cada vez que venga un pensamiento ponerlo en una burbuja y observar cómo esa burbuja flota hasta la superficie del estanque y desaparece.
Eso es lo que se llama meditación de la burbuja, pero también puede utilizarse una palabra en la que hay que concentrarse. Si la mente se dispersa, hay que volver a llevar la atención hacia esa palabra, por ejemplo, el número uno. O una palabra con carga emocional, como por ejemplo, amor.

Los ejercicios de grupo.
Caras.
La psicometría.
Por parejas, los participantes intercambian pequeños objetos de su propiedad. Tiene que ser un objeto que toque y lleve principalmente su propietario.
El rastreo de energía.
Empezando desde una distancia de metro y medio aproximadamente. El rastreo se hace con las manos, a una distancia de unos centímetros del cuerpo del otro. El rastreador no llega a tocar a su compañero.

Breves ejercicios de visualización.

La personas se ven como entidades independientes, y sin embargo todos estamos conectados unos con otros.
Vislumbré un vasto mar lleno de cubitos de hielo. Todos eran distintos, con límites finos y definidos, pero todos flotaban en la misma agua helada. El líquido se calentó enseguida y los cubitos se derritieron. Todo estaba en el agua. Todos y cada uno de los cubitos estaban conectados entre sí. Entonces aumentó el calor, y el agua empezó a hervir y se transformó en vapor, silencioso e invisible. Sin embargo, estaba formado por lo que habían sido el agua y los cubitos. La única diferencia entre los estados del hielo, el agua y el vapor era la energía vibratoria de las moléculas.
Los seres humanos se consideran entidades separadas, como los cubitos de hielo, pero en realidad todos somos la misma sustancia interconectada.

  1. Dios y la religión
Me dicen que hay muchos dioses, porque Dios está en el interior de cada uno de nosotros.
Sólo hay una religión, la del amor.
También tenemos que recordar que el ser trascendente es la única causa, el padre y creador del universo, que es él quien lo llena todo no sólo con su pensamiento, sino también con su esencia.
Su esencia no se agota en el universo. Está por encima de eso y más allá.
Podemos decir que sólo sus poderes están en el universo pero, aunque está por encima de sus poderes, los incluye. Lo que hacen lo hace él a través de ellos.

Dios está incluso más allá del vapor que contiene el potencial del agua, que contiene el potencial del hielo.

Todas las grandes religiones hacen hincapié en la importancia de llevar una vida espiritual, de comprender la presencia divina en todos los seres y todas las cosas y más allá ellos, de las buenas acciones, del amor, la compasión, la caridad, la fe y esperanza. Todas hablan de una vida después de la muerte del alma. Todas subrayan la importancia de la bondad , del perdón y de la paz.

Todos somos seres divinos. Hace miles de años que lo sabemos, pero nos hemos olvidado. Y para volver a casa tenemos que recordar el camino.
Sólo hay un Dios y sólo existe una religión, que es el amor.
Como los radios de una rueda de bicicleta, todos los caminos indicados por las grandes religiones llevan al mismo centro, a la devoción y a la iluminación. No hay un camino mejor o peor que otro. Todos son iguales.
Hay grandes verdades, belleza y sabiduría en todas las grandes tradiciones religiosas.
Conviene conocerlas todas, como un estudiante, porque un cambio de la perspectiva espiritual puede acelerar el progreso espiritual.

  1. Encontrar el camino de casa
La paciencia y la oportunidad... Todo llega cuando tiene que llegar. Una vida no puede vivirse con prisas, no puede ajustarse a un calendario, como intenta tanta gente. Tenemos que aceptar lo que nos llega en un momento dado, y no pedir más. La vida no tiene final, nunca morimos; nunca hemos nacido de verdad. Lo que sucede es que pasamos por distintas fases. No existe un final. Los seres humanos tenemos muchas dimensiones, pero el tiempo no es como lo vemos, sino que se compone de lecciones que se van aprendiendo.

Los mensajes de los sabios vienen de todas partes.


El amor es algo absoluto. El amor no termina nunca, no se detiene nunca. La forma más pura es el amor incondicional, expresar el amor sin esperar nada a cambio. Al entregar el amor libremente nos convertimos en millonarios espirituales.

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