El
comienzo
Nuestra
tarea es aprender, llegar a ser divinos a través del conocimiento.
Sabemos tan pocas cosas... Gracias al conocimiento nos acercamos a
Dios, y entonces podemos descansar. Después volvemos para enseñar y
ayudar a los demás.
Catherine
atribuía la fuente de esa sabiduría a los sabios, almas muy
evolucionadas sin forma física que le contaron cosas sabias y
maravillosas. Tras salir del estado hipnótico, Catherine recordaba
muchos detalles delas vidas anteriores que acababa de experimentar,
pero nunca se acordaba de nada relacionado con sus contactos con esos
sabios, ya que los mensajes se transmitían a través de ella, pero
surgían de su memoria.
Nadamos
en un mar de conciencia new age, holística y espiritual. El new
thought se está convirtiendo en algo dominante.
El
amor es la energía más básica y dominante que existe. Es la
esencia de nuestro ser y de nuestro universo. El amor es el
componente fundamental de la naturaleza que conecta y une todas las
cosas, a todas las personas.
El
amor es más que un objetivo, más que un combustible, más que un
ideal. El amor es nuestra naturaleza. Es nuestra esencia.
El
amor todo lo cura.
Los
físicos saben que todo es energía.
La
energía del amor es, en potencia, más fuerte que cualquier bomba y
más sutil que cualquier hierba.
Cuando
comprendamos de verdad el concepto de que el amor es una energía que
lo abarca todo y que su impulso curativo puede transformar con
rapidez nuestro cuerpo, mentes y almas, superaremos nuestros dolores
y nuestros males.
Unas
palabras sobre este libro.
Cuanto
más escriba más fácil le será recordar y procesar los detalles de
sus experiencias.
El
ciclo de la vida
Mientras
estamos aquí pasamos por muchas etapas. Nos deshacemos del cuerpo de
bebé para adoptar el de un niño; descartamos el de niño para ser
adultos, y el de adultos por el de ancianos ¿ Por qué no dar un
paso más y descartar el cuerpo adulto para ir a un plano espiritual
¿ Eso es lo que hacemos. No dejamos de crecer: continuamos
creciendo. Cuando llegamos al plano espiritual, continuamos creciendo
también allí. Pasamos por diferentes etapas de desarrollo. Cuando
llegamos, estamos consumidos. Es preciso pasar por una etapa de
renovación, una etapa de aprendizaje y una etapa de decisión.
Nosotros decidimos cuando queremos regresar, adónde y porqué
motivos. Algunos prefieren no volver. Prefieren pasar a otra etapa de
desarrollo. Y mantienen la forma espiritual... algunos por más
tiempo que otros, antes de volver. Todo es crecimiento y
aprendizaje... crecimiento continuo. Nuestro cuerpo es sólo un
vehículo para que utilicemos mientras estamos aquí. Son nuestra
alma y nuestro espíritu los que perduran por siempre.
Nuestras
vidas no son el resultado de actos y acontecimientos. Las
trayectorias vitales están previstas sabia y detenidamente para
mejorar el aprendizaje y la evolución.
Elegimos
a nuestros padres, que suelen ser almas con las que hemos
interactuado en vidas anteriores. Aprendemos de niños, de
adolescentes, y de adultos, y evolucionamos espiritualmente a medida
que nuestros cuerpos cambian. Cuando el alma abandona el cuerpo en el
momento de la muerte física, seguimos el aprendizaje el planos
superiores, que en realidad son niveles superiores de conciencia.
Repasamos la vida que acabamos de abandonar, aprendemos las lecciones
y preparamos la próxima existencia. El aprendizaje no termina con la
muerte del cuerpo.
Existen
muchos niveles de conciencia que visitamos cuando el alma abandona el
cuerpo físico.
El
recuerdo de hechos reprimidos u olvidados, a menudo dolorosos, suele
estar relacionado con la curación. Recordar esos hechos con sus
emociones correspondientes, lo que se llama catarsis, es una piedra
angular del psicoanálisis y de otras psicoterapias tradicionales.
Experimentamos
cómo nos sentimos en otros cuerpos en tiempos antiguos, mientras
vemos nuestras diversas muertes y renacimientos, y nos invade el
descubrimiento certero e infalible de que somos almas eternas, no
simples cuerpos individuales. No llegamos a morir nunca, simplemente
cambiamos de nivel de conciencia. Al ser nuestros seres queridos
también inmortales, nunca llegamos a separarnos de ellos. La
constatación de nuestra auténtica naturaleza espiritual supone una
potente fuerza de curación.
Pero
sobre todo comprenderá lo que todos tenemos en común: estamos más
allá de la vida y de la muerte, más allá del espacio y del tiempo.
Todos somos inmortales y existimos por toda la eternidad.
El
regreso
Elegimos
cuándo queremos pasar al estado físico y cuando queremos
abandonarlo. Sabemos cuándo hemos conseguido aquello a por lo que
nos enviaros aquí abajo... Cuando has tenido tiempo de descansar y
revigorizar el alma, se te permite elegir cuándo regresar al estado
físico.
No
nacemos en nuestra familia por accidente ni por casualidad. Elegimos
las circunstancias y preparamos un plan para nuestra vida antes
incluso de ser concebidos. Nos ayudan en esa preparación los seres
espirituales llenos de amor que después nos guían y protegen
mientras estamos en el cuerpo físico y se va desarrollando el plan
de nuestra vida. Podemos llamar destino a los hechos que van
desarrollándose después de que los hayamos elegido.
Existen
pruebas importantes de que vemos los principales acontecimientos de
la vida que tenemos por delante, los puntos del destino, en la etapa
de preparación que precede a nuestro nacimiento.
Ya
está programado quienes serán las personas más importantes que
conoceremos, cuáles los reencuentros con almas gemelas y compañeros
del alma, incluso los lugares en que sucederán esos hechos.
En
el curso del destino no existen casualidades.
Aunque
todos los seres humanos tenemos un plan vital, también tenemos libre
albedrío, lo mismo que nuestros padres. Nuestras vidas y las suyas
quedarán afectadas por las elecciones que hagamos mientras estemos
en estado físico, pero los puntos del destino sucederán de todos
modos. Conoceremos a las personas que proyectamos conocer y nos
enfrentaremos a los obstáculos que habíamos previsto mucho antes de
nacer. Sin embargo, la forma de desenvolvernos ante esas situaciones,
nuestras reacciones y decisiones subsiguientes son la expresión de
nuestro libre albedrío. El destino y el libre albedrío coexisten e
interactúan constantemente. Son cosas complementarias, no
contradictorias.
El
alma parece reservarse un cuerpo concreto, aproximadamente en el
momento de la concepción. No puede ocuparlo otra alma. Sin embargo,
la unión del cuerpo y el alma no se completa hasta el momento del
nacimiento. Antes de eso, el alma de un ser nonato puede estar tanto
dentro como fuera del cuerpo, y a menudo es conciente de experiencias
que suceden al otro lado. También puede percatarse de hechos que
ocurren fuera de su cuerpo e incluso el de su madre.
Cuando
un embarazo no termina bien, no es infrecuente que la misma alma
ocupe el cuerpo de un hijo posterior de los mismos padres.
Fascinantes
recuerdos de la infancia
Existen
siete planos por los que tenemos que pasar antes de regresar. Uno de
ellos es el de la transición. En él se espera. En ese plano se
decide lo vas a llevarte a la próxima vida.
Nacemos
con un recuerdo considerable de nuestro verdadero hogar; el otro
lado, esa hermosa dimensión que acabamos de abandonar para entrar
una vez más en un cuerpo físico. Nacemos con una tremenda capacidad
de recibir y dar amor. Cuando somos bebés no nos preocupamos por el
pasado o el futuro. Sentimos y vivimos espontánea y completamente en
el momento, que es como deberíamos experimentar esta dimensión
física.
La
arremetida contra la mente empieza cuando somos muy pequeños.
Nuestros
padres, nuestros profesores, nuestra sociedad y nuestra cultura
pueden enseñarnos falsedades peligrosas y a menudo lo hacen. Si se
lo permitimos, los niños pueden enseñarnos la salida.
Hay
una historia muy conocida de una madre que entra en la habitación de
su hijo recién nacido y se encuentra con su otro hijo, un niño de
cuatro años, asomado a la cuna. – Tienes que contarme cómo es el
cielo y cómo es Dios – le implora el niño a su hermanito. Estoy
empezando a olvidarme.
Tenemos
mucho que aprender de nuestros hijos antes de que lleguen a
olvidarse. En esta vida y en todas las que hemos vivido, también
nosotros hemos sido niños. Hemos recordado y hemos olvidado. Y, para
salvarnos y salvar a nuestro mundo, tenemos que recordar. Tenemos que
superar con valor el lavado de cerebro que tanto dolor y tanta
desesperación nos ha producido. Tenemos que reclamar nuestra
capacidad de amar y de sentir alegría. Tenemos que volver a ser
completamente humanos, como cuando éramos jóvenes.
El
karma y las lecciones
El
karma es una oportunidad de aprender, de poner en práctica el amor y
el perdón. El karma es también una oportunidad de expiar, de hacer
borrón y cuenta nueva, de compensar a aquellas personas a las que
hayamos podido molestar o dañar en el pasado.
El
karma está relacionado con el aprendizaje, no con el castigo.
Una
vida dura no es un castigo, sino más bien una oportunidad. Cambiamos
de raza, de religión, de sexo, y de ventajas económicas porque
tenemos que aprender de todas partes. Lo experimentamos todo. El
karma es la justicia definitiva. En nuestro aprendizaje no se pasa
nada por alto ni se olvida nada.
La
madre de Elisabeth sufrió una grave apoplejía que le paralizó la
mayor parte del cuerpo.
Su
madre murió cuatro años después, sin haber recobrado el
funcionamiento de su cuerpo.
Elisabeth
estaba furiosa con Dios.
Un
día, poco después de la muerte de su madre, Elisabeth se sintió
sacudida por una fuerte voz interior, una especie de mensaje que le
llegó mientras meditaba.
-
¿ Por qué estás tan enfadada conmigo ¿ - Preguntó la voz.
-
Elisabeth replicó mentalmente: Por lo mucho que hiciste sufrir a mi
madre.
– Eso
fue un regalo para tu madre – respondió la voz con delicadeza - ,
un regalo de gracia divina. El amor tiene que estar equilibrado. Si
nadie recibiera amor,
¿
Quién podría darlo ¿
Tu
madre lo aprendió en sólo cuatro años, en lugar de volver para
vivir una o varias vidas gravemente retrasada o con una discapacidad
física en las que habría estado obligada a aceptar el amor de los
demás. Ya lo ha aprendido, y ahora puede seguir avanzando.
Al
oír eso y comprender el mensaje, Elisabeth se liberó de su rabia.
La
creación de relaciones de amor
Son
diferentes niveles de aprendizaje; algunos tienen que aprenderse en
la carne. Tenemos que sentir el dolor. Cuando se es espíritu no se
experimenta dolor. Es un período de renovación. El alma se renueva.
Cuando se está en la carne se puede sentir el dolor, se sufre. En
forma espiritual no se siente. Sólo hay felicidad, una sensación de
bienestar. Pero es un período de renovación para... nosotros. La
interacción entre las personas, en forma espiritual, es diferente.
Cuando se está es el estado físico... pueden experimentar las
relaciones.
Tras
nacer en estado físico, nuestra principal fuente de aprendizaje es
la relación con los demás. A través de la alegría y el dolor de
las relaciones con otras personas, progresamos en nuestra senda
espiritual para aprender sobre el amor desde todas partes. Las
relaciones son un laboratorio viviente.
Estamos
aquí en estado físico para aprender y crecer.
Una
vida con relaciones difíciles, repleta de obstáculos y pérdidas,
presenta muchas más oportunidades de crecimiento del alma.
Una
persona puede haber elegido la vida más difícil para poder acelerar
su proceso espiritual.
Además
del dolor y de las dificultades, también hay amor, alegría y
éxtasis en este mundo.
Las
relaciones son el terreno en el que germina nuestro crecimiento
mientras estamos en un cuerpo físico.
Aumentar
la conciencia del yo y del otro.
Lo
que se me revela es lo que es importante para mí, lo que me incumbe.
Toda persona debe preocuparse de sí misma, de convertirse en un
todo. Tenemos lecciones que aprender... todos nosotros. Hay que
aprenderlas una a una, por orden. Sólo así podremos saber qué
necesita la persona que tenemos cerca, qué le falta o qué nos falta
a nosotros para ser un todo.
Comprenda
la naturaleza del yo, del yo verdadero, que es inmortal.
La
felicidad nace en el interior de las personas.
No depende de cosas externas o de otra gente. Cuando nuestra
sensación de seguridad y felicidad depende del comportamiento y los
actos de los demás, nos volvemos vulnerables y podemos sufrir con
facilidad. Nunca
le dé su poder a nadie.
Intente
no tener demasiado apego a las cosas.
En el mundo tridimensional aprendemos gracias a las relaciones, no a
las cosas. Todos sabemos que no podemos llevárnoslas con nosotros
cuando nos vayamos.
Cuando
morimos y nuestras almas progresan hasta dimensiones superiores, nos
llevamos nuestros comportamientos, nuestras acciones, nuestros
pensamientos y nuestro conocimiento.
A
medida que nos vamos haciendo concientes de nuestra naturaleza
espiritual, reconocemos nuestra auténtica esencia. Somos inmortales
y divinos. Aceptar el amor, la comprensión, la caridad, la
esperanza, la fe y la cooperación pasa a ser lo más natural.
Tenemos
que aprender de todas partes.
Ricos y pobres. Fuertes y débiles. Budistas, cristianos, judíos,
hindúes, musulmanes y de otras religiones. Distintas razas. Y, por
descontado, hombres y mujeres.
Y
así, al final, todos podemos aprender a superar cualquier tendencia
biológica negativa para manifestar plenamente nuestra naturaleza
espiritual.
El
estrés es decir que no con la mente y que sí con la boca.
Una
de las lecciones más importantes de la vida es aprender a ser
independiente, a comprender la libertad. Eso significa tener
independencia de los compromisos, de los resultados, de las opiniones
y de las expectativas.
El
amor no es nunca una dependencia.
El
amor es un estado absoluto, incondicional y eterno que no exige nada
a cambio.
Vea
a la otra persona con claridad y no la ponga en un pedestal.
La
creación de relaciones afectivas.
Cuando
mire a los ojos a otra persona, a quien sea, y vea su propia alma
reflejada, se dará cuenta de que ha alcanzado otro nivel de
conciencia.
La
relaciones requieren cuidados y atenciones.
Dedique
tiempo y energía a la otra persona. Dedique toda su atención y toda
su conciencia a la relación y a sus problemas. La relación es más
importante que ese televisor, que esa revista, que ese periódico.
Elimine las distracciones. Apague el televisor; suelte el periódico.
Respete a la otra persona.
Renueve
la relación a través de actos de amor. La relación está viva,
vive en el presente. No es algo del pasado.
El
peor pecado es quitarle a alguien el NESHUMAH
( yiddish: es pecado arrebatarle la alegría a alguien ). La paladra
yiddish neshumah significa ALMA.
El peor pecado es quitarle el alma a alguien.
Deje
de lado el ego y el orgullo, porque no son más que obstáculos.
Escuche con atención, con distancia y perspectiva. Convierta el
espacio que compartan en un santuario para que el otro pueda hablar
sintiéndose seguro.
No
hable hasta tener algo que decir, en especial algo positivo. No hable
reflexivamente. Siempre es mejor estar callado, escuchar, comprender.
No
actúe ni hable nunca movido por rabia. Las palabras tienen un efecto
y poder duraderos, no se olvidan con facilidad.
Aferrarse
a la rabia sólo sirve para envenenar las relaciones. Siga amando,
aunque el otro esté furioso, aunque se sienta herido, aunque tenga
miedo. El amor es algo constante, la rabia pasa.
Ese
proceso abreviado de pelea/ rabia/ resolución siempre ha
funcionado. Todos podemos aprender a condensar nuestros períodos de
rabia en un reconocimiento temprano y una solución rápida.
Olvídese
del pasado. Ya no volverá. Aprenda de él y déjelo en paz. La gente
cambia y madura constantemente.
Empiece
ahora mismo a demostrarle al otro su cariño. Todos estamos
conectados unos con otros.
Estamos
esperando – me contestó. Ahora sólo tenemos que esperar para
decidir cuando vamos a reencarnarnos, cuando vamos a volver. Me
explicó que los sabios sólo aconsejaban si se les pedía; en caso
contrario, no imponían su opinión.
Nuestras
almas existen en una corriente de amor energético. Nunca nos
separamos realmente de nuestros seres queridos, aunque nos sintamos
alejados y faltos de amor. Los reencuentros pueden ser repentinos y
espectaculares.
-
La luz y la música son tan hermosas que no hay palabras para
explicarlas. Vienen a recibirme. Vuelvo a casa.
Sintió
una punzada de tristeza al dejar a sus hijos y a sus nietos, pero la
alegría y el placer que encontraba en la luz y la música eran
abrumadores.
-
No comprenden que no me he muerto, aunque haya abandonado mi cuerpo.
Sigo siendo conciente. La palabra muerte se utiliza mal. No me he
muerto de verdad, pero eso no lo saben.
Simplemente
ampliamos nuestro nivel de conciencia, como si atravesáramos un
umbral para pasar a un entorno más luminoso, más vívido, un
entorno animado por la luz y la música del amor.
Una
muerte por asfixia suele manifestarse como síntomas de asma en otra
existencia.
La
eliminación de obstáculos para la felicidad y la alegría
Usted
sabe mucho más que los demás. Comprende muchas más cosas. Sea
paciente con ellos. No tienen los conocimientos que Ud. posee.
Enviaremos espíritus para que lo ayuden, pero lo que está haciendo
ya es correcto... Siga así. No hay que desperdiciar esta energía.
Tiene que deshacerse del miedo. Esa será su mejor arma.
Nuestra
naturaleza básica subyacente se basa en el amor, la paz, el
equilibrio y la armonía. Nuestra esencia innata es compasiva,
cariñosa, buena. Somos almas.
En
el transcurso de nuestras vidas va acumulándose un revestimiento de
miedo, rabia, envidia, tristeza, inseguridad y muchos otros
sentimientos negativos que tapa nuestra hermosa naturaleza interior.
Cuando
retiramos las capas exteriores de residuos e inmundicia, las ideas y
las emociones negativas, cuando limpiamos y pulimos el revestimiento
exterior, podemos vislumbrar de nuevo los auténticos diamantes que
en realidad somos.
El
amor puede curar; el estrés puede matar.
Deshacerse
de la rabia.
Clasificamos
a los demás de acuerdo con nuestra fantasía, con normas que
elegimos y les aplicamos.
La
rabia es una defensa del ego, una defensa contra el miedo a ser
humillados o a pasar vergüenza, el miedo a que no nos tengan en
consideración, a que se rían de nosotros, el miedo a quedar
desprestigiados, incluso el miedo a la pérdida. El miedo de no
conseguir lo que queremos.
La
rabia es una emoción perjudicial, nociva e inútil. Se disuelve a
base de comprensión y amor.
Cuando
nos enfadamos, la respuesta saludable es descubrir qué ha provocado
la rabia.
Tras
la rabia suele haber tristeza.
Deshacerse
del miedo y abrir la mente.
Igual
que se relaciona con los demás, se relaciona con usted mismo. Ha
vivido en muchos cuerpos y en muchas épocas. Pregúntele a su yo
actual por qué tiene tanto miedo. ¿ Por qué le da miedo asumir
riesgos razonables ¿ Le da miedo su reputación, lo que piensan los
demás ¿ Esos miedos están condicionados desde la infancia e
incluso desde antes.
Hágase
las siguientes preguntas. ¿ Qué puedo perder ¿ ¿ Qué es lo peor
que me puede suceder ¿ ¿ Me resigno a vivir así el resto de mi
vida ¿ Ante la perspectiva de la muerte, es esto tan arriesgado?
Nos
da miedo que nos hagan daño, que nos rechacen, que nos hagan el
vacío.
Por
desgracia, los muros que levantamos nos hacen más daño que
cualquier persona.
La
experiencia va más allá de las creencias. Enséñeles a
experimentar. Elimine sus miedos. Enséñeles a quererse y a ayudarse
mutuamente.
Hay
que confiar en que todo acabará saliendo bien si hacemos lo que nos
dicta el corazón. Y también he aprendido lo importante que es la
amistad.
Hay
que ir adonde el corazón nos lleve y no tener miedo. El miedo nos
impide comprender y seguir nuestro destino. Aunque a veces parece que
las cosas no salen bien en un nivel manifiesto, físico, en el
espiritual siempre salen bien y en el físico también, tarde o
temprano: si no es en esta vida será en la siguiente.
Las
mentes cerradas rechazan cualquier novedad. El miedo es la fuerza que
mantiene cerradas las mentes. Sólo las mentes abiertas pueden
recibir y procesar nuevos conocimientos.
Tiene
que erradicar los miedos de sus mentes. La presencia del miedo es un
derroche de energía. Les reprime y les impide hacer lo que se les
encargó cuando fueron enviados aquí... Los problemas sólo existen
en la superficie. Tienen que dirigirse al fondo de sus almas, donde
se crean las ideas.
La
arrogancia no es más que otra cara del miedo. Sin miedo no habría
necesidad de arrogancia.
Desprenderse
de la inseguridad
Recuerde
– dijo la voz -. Recuerde que siempre es querido. Siempre está
protegido y nunca se encuentra sólo... También es un ser de luz, de
sabiduría, de amor... Nunca le olvidarán. Nunca le pasarán por
alto ni dejarán de hacerle caso. Usted no es su cuerpo; no es su
cerebro, ni siquiera su mente. Es un espíritu. Lo único que tiene
que hacer es despertar al recuerdo, recordar. El espíritu no tiene
límites, ni el del cuerpo físico ni el del alcance del intelecto o
de la mente.
Uno
de nuestros grandes fallos es esa extraordinaria preocupación por
los resultados. Le damos muchas vueltas a cómo van a salir las
cosas, y eso crea una ansiedad, un miedo y una infelicidad
innecesarios.
En
lugar de preocuparse confíe en que todo va a salir bien.
Usted
anhela la ilusión de seguridad, en lugar de la seguridad de la
sabiduría y del amor.
La
seguridad deriva de la paz interior y del conocimiento de nuestra
esencia auténtica, que es espiritual. En realidad nada puede
hacernos daño, porque somos inmortales y eternos, porque somos seres
espirituales, no cuerpos físicos, porque siempre hay quien nos ama y
nos protege, porque no estamos nunca solos, porque Dios y todo un
ejército de seres amorosos nos protegen siempre, porque todos
tenemos la misma esencia. Así pues, no hay por qué tener miedo.
Esta verdad es el secreto de nuestra seguridad y de nuestra alegría.
La
seguridad del hogar espiritual.
Si
bien es cierto que la sangre es más espesa que el océano, el
espíritu es más espeso que la sangre. Siempre podemos depender de
la familia espiritual para que nos ayude.
El
poder curativo de la comprensión
Todo
es amor... Todo es amor. El amor lleva a la comprensión. La
comprensión lleva a la paciencia. Y entonces se detiene el tiempo. Y
todo pasa aquí y ahora.
Los
miedos suelen referirse a hechos que ya han sucedido, en esta misma
vida o en otras muy anteriores. Como nos hemos olvidado, proyectamos
esos miedos en el futuro pero, en realidad, lo que tememos ya ha
terminado. Lo único que tenemos que hacer es recordar, despertar el
pasado.
La
comprensión es lo que cura, y a través de ella se renueva
eternamente el amor y se manifiesta.
Antes
de nacer ayudamos a organizar y preparar esas oportunidades de
aprendizaje de nuestras vidas, los puntos de destino que nos ayudarán
a comprender, a darnos el amor y a renunciar al miedo. En la
concepción de nuestros planes de aprendizaje nos ayudan energías
divinas, espirituales.
Como
médicos y científicos, nos gustaría saber qué recuerdos son
reales y cómo diferenciarlos de las fantasías.
A
veces esa diferencia es sencilla. La persona que demuestra
xenoglosia, es decir, que habla un idioma que es ajeno, que no ha
aprendido nunca, ha entrado positivamente en contacto con una vida
anterior auténtica.
Otra
pista puede ser que una persona demuestre un conocimiento detallado
de un período histórico concreto que no haya estudiado nunca. Si se
da un síntoma extraño y anacrónico, como un miedo actual a la
guillotina, con una subsiguiente regresión a una vida a finales del
siglo XVIII, podría ser otra clara indicación.
El
panorama de la vida anterior refleja temas y problemas presentes en
la actual. Esos problemas o síntomas, que pueden ser físicos además
de psicológicos, acostumbran mejorar o resolverse tras el recuerdo.
Recordar:
la clave de la felicidad en esta vida.
Estar
en el estado físico es algo anormal. Cuando se está en el plano
espiritual, eso nos resulta natural. Cuando se nos envía de regreso
es como ser enviados otra vez a algo que no conocemos. Nos llevará
más tiempo. En el mundo espiritual es preciso esperar; luego somos
renovados. Hay un estado de renovación. Es una dimensión, como las
otras.
Todos
somos espíritus... Algunos están en estado físico y otros, en un
período de renovación. Y otros son guardianes. Pero todos pasamos
por eso. También hemos sido guardianes.
Recordar
que somos almas, que somos inmortales y que existimos siempre en un
vasto mar de energía es la clave para llegar a la alegría y a la
felicidad. En ese mar energético, toda una serie de espíritus que
están para ayudarnos nos conduce por el sendero de nuestro destino,
nuestro viaje evolutivo hacia la conciencia de Dios. No competimos
con ninguna otra alma: nosotros tenemos nuestro sendero y ellos el
suyo.
Las
almas que han progresado o evolucionado más tienden una mano con
amor y compasión a las que se han quedado atrás.
Un
problema concreto en esta escuela que llamamos Tierra es que aquí es
muy difícil recordar que somos almas y no simples cuerpos físicos.
Constantemente nos distraen la ilusiones y las desilusiones de este
planeta tridimensional.
Tenemos
almas gemelas y familias espirituales que son eternas.
Cuando
despertamos a la idea de que todos somos seres espirituales, cambian
nuestros valores y por fin podemos ser felices y estar en paz.
Es
bien sabido que la felicidad surge de dentro. La felicidad es un
estado interno.
Este
mundo se te entrega como un jardín de gran hermosura. Si no gozas de
sus frutos reduces su belleza.
La
toma de conciencia.
Antes
de llegar a este punto es conveniente que reconsidere sus vicios. En
caso contrario, se los llevará consigo a otra vida. Sólo nosotros
podemos deshacernos de los malos hábitos que acumulamos cuando
estamos en un estado físico. Los Sabios no pueden hacerlo por
nosotros. Si elige luchar y no quitárselos de encima, se los llevará
a otra vida. Y sólo cuando decida que es lo bastante fuerte como
para solucionar los problemas externos dejará de tenerlos en su
próxima vida.
Viva
en el presente, no en el pasado ni en el futuro. El pasado, pasado
está; aprenda de él y olvídelo. El futuro no ha llegado aún.
Prográmelo, pero no deje que le preocupe. Las preocupaciones sólo
sirven para derrochar tiempo y energía.
Cuando
no vive el presente. Cuando está absorto en el pasado o preocupado
por el futuro, se ocasiona mucho dolor y sufrimiento.
El
amor y la compasión
El
amor es la respuesta a todo. El amor no es una abstracción, sino una
energía de verdad, o un espectro de energías, que puede crear y
mantener en su ser. Sólo con expresarlo. Empiece a entrar en
contacto con Dios en su interior. Sienta el amor. Exprese su amor.
El
amor disuelve el miedo. Cuando se siente amor no puede temerse nada.
Como todo es energía, y el amor abarca todas las energías, todo es
amor.
El
miedo nos impide conocer nuestra esencia real verdadera.
El
amor es una energía, la más alta y la más pura.
Una
característica de la energía es su patrón de vibraciones. Las
moléculas de gas vibran más deprisa que la de los líquidos, que a
su vez vibran más rápido que la de los sólidos. Las moléculas
pueden ser idénticas, como es el caso del H2O ( el agua ), pero la
frecuencia de su vibración determina el estado, es decir, si se
trata de un sólido, un líquido o un gas.
No
es exagerado imaginarse que existe una única energía pura, la que
llamamos amor. Al ir disminuyendo sus vibraciones, su estado cambia.
Nosotros somos su forma sólida.
La
vida en un mundo físico requiere actos físicos: tenderles la mano a
los demás para aliviar su sufrimiento y ayudarles en su camino;
practicar la empatía y la comprensión; ayudar a curar el planeta, a
sus habitantes y sus estructuras; enseñar además a aprender.
Si
se dedica a ese proceso, alcanzará la paz interior.
No
espere nada a cambio.
Seguimos
pidiendo recompensas, recompensas y justificaciones por nuestra
conducta, cuando no las hay, no existen las recompensas que queremos.
La recompensa consiste en hacer las cosas, pero en hacerlas sin
esperar nada, en hacerlas desinteresadamente.
La
compasión.
Einstein:
Un ser humano es parte del todo que llamamos universo, una parte
limitada en el tiempo y en el espacio.
Para
eso estamos aquí, en esta Tierra, para aprender y para ayudar a
nuestros semejantes con amor y con compasión, sin preocuparnos por
lo que podamos conseguir a cambio.
Cambiar
el mundo
La
coexistencia y la armonía... Todo tiene que equilibrarse. La
naturaleza está equilibrada. Las bestias viven en armonía. Los
seres humanos no han aprendido a hacerlo. Siguen destruyéndose. No
hay armonía, no hay proyectos. En la naturaleza todo es muy
diferente. La naturaleza está equilibrada. La naturaleza es energía
y vida... Y restitución. En cambio los seres humanos sólo
destruyen. Destruyen la naturaleza. Destruyen a los demás. Y
acabarán por destruirse a sí mismos.
Hay
muchísima gente que parece interesada sólo en su beneficio
personal.
Hay
que acercarse a los desconocidos con esos actos de benevolencia. La
amabilidad y el cariño no pueden reservarse a nuestra familia y a
nuestros amigos.
Si
pudiéramos conseguir que todo el mundo hiciera aunque sólo fuera
unas pocas buenas acciones cada día, podríamos cambiar el mundo.
Como mínimo sería un buen principio.
Una
de nuestras tareas más importantes es enseñar a nuestros hijos los
valores y las conductas correctas desde que nacen, porque también
los bebés nos observan detenidamente y comprenden mucho más de lo
que creemos.
Rechazar
la violencia y el odio.
No
tenemos derecho a interrumpir la vida de los demás antes de que
hayan completado su karma. No tenemos derecho. Sufrirán un castigo
mayor si les dejamos vivir. Morirán y pasarán a la siguiente
dimensión, y allí sufrirán. Se quedarán en un estado de mucha
agitación. No tendrán paz. Y volverán a encarnarse, pero sus vidas
serán muy duras. Y tendrán que compensar a quienes hayan hecho
sufrir por las injusticias que les hayan provocado. Sólo Dios puede
castigarles, no nosotros. Ya recibirán su castigo.
La
violencia no es únicamente provocar daños físicos a los demás.
Algunas formas de violencia pueden ser más devastadoras que las
físicas.
Recuerde
que cuando separamos a los demás por ser diferentes nadamos a
contracorriente por el río del amor. Todos estamos conectados, todos
somos iguales, todos somos lo mismo, eso es lo que nos dice el amor.
No
tenemos que creer en la reencarnación para que funcione la terapia
basada en las vidas anteriores. Si quiere, puede creerse que todo es
una metáfora.
Encontrar
la luz
Por
ahora, sólo siento la paz, Es un momento de consuelo. Hay que
consolar al grupo. El alma... El alma encuentra aquí la paz. Dejas
atrás todos los dolores corporales. El alma está tranquila y
serena. Es una sensación maravillosa... Maravillosa, como si siempre
te alumbrara el sol. La luz es tan brillante. Todo proviene de la
luz. De esta luz surge la energía. Nuestra alma se va hacia ella
inmediatamente. Es como una fuerza magnética hacia la que nos
sentimos atraídos. Es maravilloso. Es como una fuente de energía.
Sabe cómo curar.
La
fuente de luz infunde paz y reconforta.
La
luz y el amor no terminan nunca. Están entrelazados íntima y
eternamente.
En
las experiencias cercanas a la muerte, la persona regresa a su cuerpo
físico, mientras que en las post mortem el alma sigue avanzando,
sigue aprendiendo en el otro lado, el el cielo, hasta que regresa a
donde estamos nosotros en el cuerpo de un bebé, se encarna otra vez
en un estado físico, si es necesario o si así lo decide.
Al
recordar tan directa y profundamente nuestra divinidad, nuestra
inmortalidad, desaparecen muchos miedos.
La
muerte no es lo que creemos normalmente. La muerte es deshacerse del
cuerpo físico mientras el alma inmortal avanza y pasa al otro lado.
En ese sentido no hay muerte, sólo vida y amor. La luz es una
manifestación más de ese amor universal, eterno, que todo lo
abarca.
Siempre
estamos desarrollándonos y aprendiendo.
Cuando
ya no nos hace falta reencarnarnos, cuando hemos aprendido todas
nuestras lecciones y pagado nuestras deudas, se nos da a elegir.
Podemos regresar de forma voluntaria para ayudar a la humanidad con
un servicio de amor, o quedarnos en el otro lado y ayudar desde ese
estado. En ambos casos seguimos progresando por las dimensiones
divinas.
Otras
dimensiones.
-
Los seres humanos siempre creen que son los únicos. No es cierto.
Existen muchos mundos y muchas dimensiones... Muchas, muchas más
almas.
-
En esta dimensión hay muchas almas. No soy la única. Tenemos que
tener paciencia. Eso es algo que tampoco llegué a aprender nunca...
Hay muchas dimensiones.
Le
pregunté si había estado aquí antes, si se había reencarnado
muchas veces.
-
He estado en distintos planos en diversas épocas. Cada uno de ellos
es un nivel de conciencia superior. El plano al que vamos depende de
lo mucho o lo poco que hayamos progresado.
En
este planeta hay mucha más gente que nunca, pero hay muchas más
almas que personas. Este no es el único mundo. Las almas existen en
muchas dimensiones.
Cuando
hablo de otras dimensiones me refiero a otros estado energéticos e
incluso a distintos niveles de conciencia, no necesariamente a otros
sistemas planetarios o a otras galaxias. El cielo puede considerarse
otra dimensión, ya que tiene relación sin duda alguna con la
transformación de energía más allá de la conciencia
tridimensional.
Creo
que la energía del amor tiene propiedades físicas y extrafísicas y
puede existir en todas las diversas dimensiones. El amor es la
sustancia que conecta todas las dimensiones y los distintos planos
que no son el físico.
En
el cielo hay muchos niveles. A medida que nos iluminamos cada vez
más, vamos progresando peldaño a peldaño por esos niveles.
En
cierto modo, todos somos extraterrestres. Ninguno de nosotros ha
empezado en este planeta. La Tierra es más bien una especie de
colegio. No es el nivel más bajo, pero tampoco el último.
La
Tierra, el mundo tridimensional, no es nuestro verdadero hogar. Somos
seres espirituales y nuestro verdadero hogar es espiritual, un lugar
eterno al que muchos llaman cielo.
Las
personas que curan
Tenemos
que compartir con los demás lo que sabemos... Todos poseemos muchas
más aptitudes de las que utilizamos.
Las
relaciones nos sirven para desarrollarnos. Hay seres con más poderes
que han regresado con más conocimientos. Van a buscar a los que
necesitan el desarrollo ya a ayudarles.
En
este colegio de una sola aula que llamamos Tierra no todos aprendemos
las lecciones al mismo tiempo. Por ejemplo, puede que ya hayamos
superado la asignatura de compasión y caridad, pero que estemos en
primero de paciencia y perdón. Podemos ser alumnos de postgrado en
fe y esperanza, pero párvulos en no violencia.
Así
pues, todos somos maestros y alumnos, y ese conocimiento tenemos que
compartirlo unos con otros.
El
psicoanálisis no llega hasta las preguntas y los temas que de verdad
importan.
La
psiquiatría biológica tampoco llega hasta lo importante. Los nuevos
medicamentos para el tratamiento de la depresión, de los cambios de
humor y de los estados psicóticos son un medio para lograr un fin,
pero no el fin en sí.
La
mayoría de los cientos de libros de autoayuda que hay publicados
comporta problemas.
Para
ser feliz de verdad hay que comprender la vida y la muerte y tener
una naturaleza afectuosa, indulgente, espiritual. La introspección,
la meditación, la práctica del amor, la bondad y la caridad son
algunos de los pasos que hay que dar en ese camino. Perdonarse a uno
mismo y perdonar a los demás, practicar la no violencia y hacer
buenas acciones, trabajar para eliminar la rabia, el miedo, la
codicia, el egocentrismo y el falso orgullo son otros.
Los
resultados de la terapia de regresión son duraderos y cambian la
vida del paciente. El crecimiento espiritual, la sabiduría y la paz
interior suelen acompañar a la mejoría clínica.
Creo
que hay dos motivos principales por los que quienes mandan en la
medicina y en la psicoterapéutica son reacios a evaluar. Primer
motivo es el miedo. El segundo es económico.
Hay
que establecer una armonía entre las técnicas tradicionales y
holísticas para formular un programa personalizado que se base en
los síntomas y las necesidades de cada paciente.
Los
profesores
También
debemos aprender a no acercarnos sólo a aquellos cuyas vibraciones
coinciden con las nuestras. Es normal sentirse atraído por alguien
que está en nuestro mismo nivel. Pero está mal. También es preciso
acercarse a aquellos cuyas vibraciones no armonizan... con las de
uno. Esa es la importancia... de ayudar... a esas gentes.
Nuestro
camino va hacia el interior. Es el más difícil, el más doloroso.
Tenemos la responsabilidad de nuestro propio aprendizaje.
Entre
nosotros hay profesores sabios que nos enseñan por donde tenemos que
ir, que allanan nuestro camino espiritual. Por desgracia, también
hay muchos falsos profesores.
Con
el tiempo le quedará todo claro, pero tiene que tener oportunidad de
digerir el conocimiento que ya le hemos dado.
Sea
más espiritual. Dedique más tiempo a rezar, a dar, a ayudar a los
demás, a amar. Hágase voluntario y exprese generosidad y amor.
Despréndase del orgullo, del ego, del egoísmo, de la rabia, de la
culpa, de la vanidad y de la ambición. Pase menos tiempo acumulando
cosas, preocupándose, estancado en el pasado o en el futuro,
haciendo daño a los demás o demostrando cualquier tipo de
violencia.
Usted
es inmortal. Está aquí para aprender, para saber más, para ser
divino. Lo que aprenda aquí seguirá con usted cuando muera. No
podrá llevarse nada más. Es así de sencillo. El reino de los
cielos está en nuestro interior. Deje de buscar gurús. En vez de
eso, búsquese a sí mismo. No tardará en encontrar su verdadero
hogar.
Los
videntes y los médiums
El
aprendizaje es mucho más veloz en el estado espiritual, sobradamente
más rápido que en el estado físico. Pero elegimos lo que
necesitamos aprender. Si necesitamos regresar para elaborar una
relación, regresamos. Si hemos terminado con eso proseguimos. En la
forma espiritual uno siempre puede ponerse en contacto con quienes
están en la carne, si así lo desea. Pero sólo si hay allí algo de
importancia... si debe decirles algo que necesitan saber.
A
veces uno puede presentarse ante esa persona... con el mismo aspecto
con el que estaba aquí. Otras veces se hace sólo un contacto
mental. A veces los mensajes son crípticos, pero con mayor
frecuencia la persona sabe a qué se refieren. Comprende. Es un
contacto de mente a mente
.
Al
parecer no estamos solos en el universo. Más allá de nuestra
dimensión física, el mundo oculto parece que se encuentra habitado
por toda una serie de espíritus de distintos desarrollos y
capacidades. Algunos han vivido vidas físicas en la Tierra. Otros ya
han terminado y no tienen que regresar. Otro grupo que no se ha
encarnado en nuestro mundo físico y nos ayuda desde otro lado.
Da
igual que les llamemos espíritus, ángeles o guías.
Cuando
morimos y abandonamos el cuerpo físico, pasamos al nivel de
conciencia en el que nos sentimos más cómodos.
Los
espíritus, lo mismo que la gente, tienen muchos niveles.
Alguien
dijo alguna vez que lo que llamamos coincidencias, en realidad son
las huellas dactilares de Dios.
No
se trata de seres humanos que tienen una experiencia espiritual, sino
de seres espirituales que tienen una experiencia humana.
Lo
verá cuando lo crea.
Mensajes
extraordinarios
En
este planeta se permite que algunas almas se manifiesten a las
personas que siguen estando en forma física. Se les autoriza a
regresar... En este plano se acepta la intercomunicación. Aquí es
donde se deja utilizar los poderes psíquicos para comunicarse con
personas que están en forma física. Hay muchas formas de hacerlo.
Algunos reciben el poder de la vista y pueden mostrarse a personas
físicas. Otros tienen el poder del movimiento y son capaces de mover
objetos telepáticamente. Muchas personas eligen venir porque se les
permite ver a seres muy queridos que todavía están en forma física.
No
morimos cuando muere nuestro cuerpo físico. Una parte de nosotros
sigue existiendo. Espíritu, alma, conciencia. Es como atravesar un
umbral para entrar en otra habitación mayor, con más luz,
maravillosa.
Por
eso no tenemos que temer. Siempre nos rodea el amor. Nuestros seres
queridos no nos abandonan nunca. Todos somos almas hermosas e
inmortales. Estamos en un cuerpo durante un tiempo, pero nuestra
esencia no es ese cuerpo.
Una
observación muy profunda sobre la importancia de escuchar.
Para
escuchar hay que saber hacerlo, y para hacerlo hay que dedicar tiempo
y aprender cómo se hace.
Se
practica el silencio, el viaje interior, si se da tiempo para
escuchar y crear el espacio para escuchar, será capaz de oir. Será
capaz de ver los signos y de recibir los mensajes. Al mismo tiempo,
desarrollará el arte de la paciencia.
Salir
de nosotros mismos
La
meditación y la visualización le ayudarán a dejar de pensar tanto
y a viajar al pasado. Se producirá una curación. Empezará a
utilizar la mente que no usa. Verá. Comprenderá. Y será más
sabio. Entonces habrá paz.
Cuando
nos olvidamos del mensaje de nuestro corazón y caemos en la rutina y
en los baches de la vida, nos sentimos insatisfechos y desdichados.
Nos deprimimos y nos ponemos nerviosos.
El
remedio es sencillo. Dedique tiempo a recordar su divinidad, su
naturaleza espiritual. La meditación es una forma de despertar la
memoria.
La
meditación es el arte o la técnica de poner la mente en blanco para
acallar la cháchara perpetua que normalmente llena nuestra
conciencia. En la tranquilidad de la mente silenciosa, la persona que
medita empieza a ser observadora.
Cuando
aprendemos a vaciar la mente vemos cosas preciosas.
Meditación
sencilla a la que sólo hay que dedicarle dos minutos: durante el
primer minuto cierren los ojos, respiren hondo varias veces y
relájense. Los cuarenta y cinco segundos siguientes tienen que
vaciar la mente del todo, intentar no pensar.
Nuestra mente aborrece el vacío, por lo que la llenamos de
pensamientos vulgares, como me duele la espalda, oigo a esa persona
toser, o no debería haberme comido eso para desayunar.
Cada
vez que venga un pensamiento ponerlo en una burbuja y observar cómo
esa burbuja flota hasta la superficie del estanque y desaparece.
Eso
es lo que se llama meditación de la burbuja, pero también puede
utilizarse una palabra en la que hay que concentrarse. Si la mente se
dispersa, hay que volver a llevar la atención hacia esa palabra, por
ejemplo, el número uno. O una palabra con carga emocional, como por
ejemplo, amor.
Los
ejercicios de grupo.
Caras.
La
psicometría.
Por
parejas, los participantes intercambian pequeños objetos de su
propiedad. Tiene que ser un objeto que toque y lleve principalmente
su propietario.
El
rastreo de energía.
Empezando
desde una distancia de metro y medio aproximadamente. El rastreo se
hace con las manos, a una distancia de unos centímetros del cuerpo
del otro. El rastreador no llega a tocar a su compañero.
Breves
ejercicios de visualización.
La
personas se ven como entidades independientes, y sin embargo todos
estamos conectados unos con otros.
Vislumbré
un vasto mar lleno de cubitos de hielo. Todos eran distintos, con
límites finos y definidos, pero todos flotaban en la misma agua
helada. El líquido se calentó enseguida y los cubitos se
derritieron. Todo estaba en el agua. Todos y cada uno de los cubitos
estaban conectados entre sí. Entonces aumentó el calor, y el agua
empezó a hervir y se transformó en vapor, silencioso e invisible.
Sin embargo, estaba formado por lo que habían sido el agua y los
cubitos. La única diferencia entre los estados del hielo, el agua y
el vapor era la energía vibratoria de las moléculas.
Los
seres humanos se consideran entidades separadas, como los cubitos de
hielo, pero en realidad todos somos la misma sustancia
interconectada.
Dios
y la religión
Me
dicen que hay muchos dioses, porque Dios está en el interior de cada
uno de nosotros.
Sólo
hay una religión, la del amor.
También
tenemos que recordar que el ser trascendente es la única causa, el
padre y creador del universo, que es él quien lo llena todo no sólo
con su pensamiento, sino también con su esencia.
Su
esencia no se agota en el universo. Está por encima de eso y más
allá.
Podemos
decir que sólo sus poderes están en el universo pero, aunque está
por encima de sus poderes, los incluye. Lo que hacen lo hace él a
través de ellos.
Dios
está incluso más allá del vapor que contiene el potencial del
agua, que contiene el potencial del hielo.
Todas
las grandes religiones hacen hincapié en la importancia de llevar
una vida espiritual, de comprender la presencia divina en todos los
seres y todas las cosas y más allá ellos, de las buenas acciones,
del amor, la compasión, la caridad, la fe y esperanza. Todas hablan
de una vida después de la muerte del alma. Todas subrayan la
importancia de la bondad , del perdón y de la paz.
Todos
somos seres divinos. Hace miles de años que lo sabemos, pero nos
hemos olvidado. Y para volver a casa tenemos que recordar el camino.
Sólo
hay un Dios y sólo existe una religión, que es el amor.
Como
los radios de una rueda de bicicleta, todos los caminos indicados por
las grandes religiones llevan al mismo centro, a la devoción y a la
iluminación. No hay un camino mejor o peor que otro. Todos son
iguales.
Hay
grandes verdades, belleza y sabiduría en todas las grandes
tradiciones religiosas.
Conviene
conocerlas todas, como un estudiante, porque un cambio de la
perspectiva espiritual puede acelerar el progreso espiritual.
Encontrar
el camino de casa
La
paciencia y la oportunidad... Todo llega cuando tiene que llegar. Una
vida no puede vivirse con prisas, no puede ajustarse a un calendario,
como intenta tanta gente. Tenemos que aceptar lo que nos llega en un
momento dado, y no pedir más. La vida no tiene final, nunca morimos;
nunca hemos nacido de verdad. Lo que sucede es que pasamos por
distintas fases. No existe un final. Los seres humanos tenemos muchas
dimensiones, pero el tiempo no es como lo vemos, sino que se compone
de lecciones que se van aprendiendo.
Los
mensajes de los sabios vienen de todas partes.
El
amor es algo absoluto. El amor no termina nunca, no se detiene nunca.
La forma más pura es el amor incondicional, expresar el amor sin
esperar nada a cambio. Al entregar el amor libremente nos convertimos
en millonarios espirituales.